Hoy queremos compartir contigo la historia de las trementinaires.
A partir de mitad del siglo XIX se desarrolló una actividad increíble entre mujeres que vivían en La Vansa i Tuixent en la comarca de l’Alt Urgell.
Acostumbraban a ser mujeres de familias humildes y avanzadas a su tiempo.
Conocían los secretos de las plantas medicinales y resinas.
Foto: Museu de les Trementinaires
Y se encargaban de su recolección. Extraían resinas para preparar ungüentos que guardaban en latas metálicas, secaban hierbas para realizar infusiones que guardaban en fardos de tela, y deshidrataban hongos que se colgaban con una cuerda a modo de collar.
Todo esto se lo cargaban a la espalda en grandes hatillos y, una vez llegaba el otoño, tras la matanza de los animales, salían a caminar grandes recorridos a pie, a lo largo de todo el Pirineo.
Normalmente iban en parejas o tríos: hermanas, madres o hijas. Difícilmente se acompañaban de un hombre.
Descubre cuál era su objetivo
El objetivo de las trementinaires era ofrecer sus ungüentos y remedios a toda aquella persona que lo necesitara, exponiéndose a peligros y amenazas en su trayecto, para conseguir liquidez y otros recursos que no eran accesibles en la montaña.
Y en esos tiempos, ¿qué ocurría con el cuidado del hogar, de los animales y de las criaturas cuando estas mujeres salían de casa para "ir por el mundo"?
Evidentemente (aunque también sorprendentemente): eran los hombres los que se hacían cargo de los cuidados domésticos.
Cuando las trementinaires volvían, después de unos duros meses caminando, comerciando y ejerciendo su propio oficio, traían recursos económicos y otros recursos muy necesarios en sus hogares.
Por eso, podemos decir que las trementinaires eran mujeres fuertes y valientes.
Y hoy en día se las considera un símbolo de empoderamiento femenino.
Y ya te lo puedes imaginar: que hubiera mujeres fuertes que divulgaban el conocimiento de las plantas no era algo que se acogiera de forma positiva por todo el mundo. Así que hubo quien las tachó de brujas.
¿Y de dónde viene su nombre?
Pues del aceite de trementina, una resina extraída del pino rojo que sirve para desinfectar heridas, y que era uno de los ungüentos más preciados.
¿Cuál es la relación entre las Trementinaires y la Cerdanya?
Pues esta era una de las comarcas que sin duda más recorrían estas mujeres divulgando su saber, debido a la proximidad con su lugar de orígen (Tuixent i La Vansa). Aunque de una cosa no hay duda, estas mujeres fuertes eran capaces de cargar sus fardos día tras días hasta lugares apartadísimos de sus hogares (aparte de la Cerdanya, también llegaban a los dos Pallars, la Anoia, Osona, el Gironés, la Selva, los dos Empordas y la Garrotxa)
¿Cómo aprender más sobre plantas medicinales?
Tristemente, el conocimiento ancestral de estas mujeres va perdiéndose día tras día. Aun así, cada vez hay más conciencia y son muchas las opciones que existen para conocer las diferentes plantas del territorio, y cómo utilitzarlas para favorecer la salud.
Próximamente, el 14 de julio a las 10h tendrá lugar una salida de flora para conocer una parte muy valiosa del patrimonio cultural de la Cerdanya.
Esta salida se enmarca dentro del IV Ciclo de Flora Cerdana organizado por el Museo de Llívia en colaboración con el Grupo de Investigación de Cerdanya (GRC) y Cerdanya Acció pel clima. Si quieres inscribirte, puedes enviar un correo a grup@recercacerdanya.org.
¿Cómo lo hacían las trementinaries para pernoctar durante sus viajes?
Pues ellas no tenían tanta suerte como tú, que puedes reservar habitación en uno de nuestros hoteles.
Así que lo que hacían era dormir en casa particulares a cambio de sus remedios.
Si quieres estar en contacto con el mundo de las plantas medicinales, ven a pasar unos días a la Cerdanya. Nuestros hoteles y cámpings te abren sus puertas y te facilitan toda la información que necesitas para una visita cultural de lo más enriquecedora.