La primavera nos trae colores vivos y flores de todo tipo. Si últimamente has estado en la Cerdanya ya habrás visto lo espectacular que está el paisaje. Aunque… si lloviera aún lo estaría más.
Lo mejor de la primavera es que puedes disfrutarla con todos los sentidos: puedes admirar sus colores y formas, oler sus flores, tocar sus texturas y escuchas los pajaritos e insectos que viven en ella.
¿Y sabes que más puedes hacer? Comértela.
¡Sí, sí! Por eso este mes te compartimos tres recetas con plantas típicas del Pirineo.
Introducir la naturaleza en la cocina no solo es una forma creativa de darle color y sabor a tus platos, sino que además ayuda a recargarte con todas sus propiedades para la salud.
¡Busca un delantal, que empezamos a cocinar!
Mermelada de pétalos de rosa silvestre
Espera, antes que nada: ¿sabes que son los rosales silvestres?
Quizás te suena más esta planta como rosa mosqueta, rosal canino, rosal de guilla, rosal de pastor, Gavarres (en la Cerdanya)...
Es un arbusto que seguramente has visto junto a caminos y prados.
Aquí en la Cerdanya hay muchos y los puedes reconocer fácilmente porque ahora tienen unas flores de cinco pétalos con muchos estamos, como las de la foto. Y en verano crece un fruto rojo ovalado, que aquí conocemos como “gratacul” y que es muy popular porque, además de otras muchas preparaciones cargadas de vitamina C, de él se extrae el aceite de rosa mosqueta.
Bueno, hoy nos centraremos en las flores, que es lo que ahora tenemos más al alcance porque están en su mejor momento.
Para hacer la mermelada de pétalos de rosa silvestre necesitas:
- 500g de pétalos de rosa mosqueta
- 250g de azúcar o de miel
- 1 vaso de agua
- 1 limón
¿Lo tienes? Pues ahora sigue estos pasos:
- Cuece los pétalos a fuego lento, con un vaso de agua y el zumo del limón.
- Al cabo de 15 minutos, cuando los pétalos estén blandos, añade el azúcar (si lo prefieres también puedes poner mitad azúcar y mitad miel).
- Cuando veas que el azúcar se ha disuelto, sube el fuego para que hierva y remueve la mezcla durante 15 minutos, tratando de que espese bien.
- Cuélala y déjala enfriar. Cuando esté tibia ya la podrás envasar y tapar.
Las flores de rosa mosqueta tienen muchísimas propiedades, por ejemplo: son una fuente de vitamina C que ayuda a reconstruir los tejidos de la piel, es un gran antioxidante y también te ayuda a combatir los resfriados y síntomas de la gripe.
Además, puedes utilizar sus pétalos para hacer agua de rosas, ponerlos en tus ensaladas, hacer cremas y también helados e infusiones.
Sal de hierbas
La sal es un elemento vital para nuestro cuerpo, pero al mismo tiempo debemos regular muy bien la cantidad que tomamos para que no sea perjudicial.
Por eso te proponemos una alternativa saludable a la sal de toda la vida: la sal de hierbas. Es un buen condimento que te ayuda a reducir la ingesta de sodio sin perder el sabor de tus platos. Es más: las plantas le van a dar un toque super especial y mediterráneo.
Lo mejor de esta receta es que es muy sencilla de hacer y puedes personalizarla seleccionando aquellas plantas que más te gusten.
Para preparar 100g de sal de hierbas necesitas:
- 10g de sal marina integral
- 90g de hierbas aromáticas y medicinales secas, por ejemplo: puedes mezclar romero, albahaca, orégano, hinojo, salvia, lavanda, laurel, ajedrea…
- Opcional: una pizca de especias en polvo, según tus referencias.
Cuando tengas los ingredientes, tendrás que:
- Pulverizar las hierbas en un procesador de alimentos.
- Añadir la sal y volver a procesar durante unos segundos para que se integre bien.
- Guardar la sal de hierbas en un frasco de cristal con una tapa hermética.
- Ahora solo queda utilizar la sal de hierbas para aliñar ensaladas, para condimentar carnes, pesados y verduras, para dar un toque a tus sopas y purés… en fin: échala dónde te apetezca porque va a quedar bien seguro.
Una idea: puedes preparar diferentes botecitos de sal con distintas combinaciones de hierbas y etiquetarlos para tenerlos siempre a mano.
Ah, y ¿sabes que la sal de hierbas no es solo una sal aromatizada? También te ayuda a digerir mejor las comidas gracias a los principios activos de las plantas.
Champán de saúco
Y por último, una receta que le encantará a tu flora intestinal: el “champán” de flor de saúco.
Se trata de una bebida fermentada llena de probióticos naturales que te ayudará a mejorar la digestión, a eliminar las toxinas de tu cuerpo, a reducir la inflamación de los intestinos y a aliviar los gases.
Eso sí: al ser una bebida fermentada, puede tener un poquito de alcohol (aunque la cantidad es muy pequeña).
Para hacer el champán de saúco necesitas:
- 24 flores de saúco (cada pomo o penacho es una flor)
- 3,5l agua (importante: que sea sin cloro)
- 1 limón
- 180g azúcar o miel
Y aquí va el paso a paso:
- Primero tienes que ir a recoger las flores en el campo.
- Quita los tallos de las flores y ponlos en un bidón o frasco grande (con capacidad para 4L).
- Agrega el azúcar y el limón cortado a rodajas.
- Añade el agua y remuévelo todo bien con un cucharón.
- Tápalo con un trapo (importante para que no entren bichos y que la mezcla pueda respirar).
- Déjalo reposar durante 3 días en un lugar seco dónde no haya la luz del sol. En un rincón de la cocina está bien. Durante este tiempo las bacterias de la flor de saúco se comerán el azúcar y esto generará la fermentación.
- Pasados los 3 días, cuela la mezcla para quedarte solo con el líquido y embotéllalo. Ten en cuenta que se llama “champán” porque genera un poco de gas, así que procura embotellarlo o bien en una botella de plástico o en una de cristal con un tapón especial para bebidas con gas. Deja siempre un poco de aire entre la bebida y el tapón para evitar que explote.
Hey, si quieres llegar a tiempo para preparar esta receta, ¡date prisa, que las flores están en sus últimos días!
Estas recetas, aparte de estar buenísimas, te invitan a empezar siempre con paseo al aire libre.
Así que ya sabes: antes de prepararlas, ven a la Cerdanya a buscar tus plantas. Te esperamos con los brazos abiertos en nuestros alojamientos.
Pssst! Si vienes puedes preguntarnos por más recetas con plantas de la zona, ya que en cada pueblo tenemos nuestros secretos culinarios.
¡Ale, a disfrutar la primavera!